Mis compañeros del grupo de Mexicanos en Holanda por la Paz en Mexico seguro están tamborileando los dedos en la mesa esperando a ver a qué horas se me ocurre darle mantenimiento a este blog. Con el compromiso encima, y pensando en lo que quería escribir, sólo se me ocurren pensamientos aislados. Como que la definición de paz es tan abstracta, y su construcción tan delicada, que el sólo hecho de sentarnos en una mesa a hacer coincidir nuestras opiniones acerca del próximo evento, algo tan pequeño, ya es un símil de procesos de paz que evidentemente faltan en nuestro país. El sentarse alrededor de una mesa a doblar tulipanes mientras conectamos con otros compatriotas, es construir la paz. Construir la paz no siempre es política, pero si es diálogo. No necesariamente es estar de acuerdo, pero sí hablar. Y escuchar. Y ser sensibles ante la situación del otro, y entender de una vez por todas que nuestros destinos están entrelazados. Por eso se llama t-e-j-i-d-o social.
Una disculpa por esta descarga de pensamientos con sentimientos pero sin estructura. Mi esperanza es que la Paz venga de esa parte instintiva y emotiva. Confío en que ahí se albergan los valores básicos de todo ser humano que el miedo, la ambición y la comodidad han logrado callar por tanto tiempo. He dicho. Me gustaría saber qué dicen ustedes.
Atte.
Colaboradora de Mexicanos en Holanda por la Paz en México
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