lunes, 17 de agosto de 2015

Algunas reflexiones sobre la política de drogas en Holanda.

                                                                                                                                                                                     Margarita Martínez
Sin la inspiración y contribución otorgada por mi querida amiga y economista, Carolina Garay (@CarovonMX), estas reflexiones no hubieran sido posibles.
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Más de una vez me he preguntado qué podría aprender México de Holanda en política de drogas. Sin duda alguna, Holanda nos presenta bastantes lecciones al respecto, y al mismo tiempo, varias preguntas, que van mucho más allá del debate sobre la legalización del consumo de ciertas drogas ‘blandas’ como el cannabis.
De ahí el título de este texto en el que busco  compartir algo de la experiencia de vivir  en Holanda y algunas apreciaciones y comentarios sobre las políticas de drogas vigentes en este país.
El panorama en México, como bien sabemos, es lamentable y descorazonador. La ola de violencia que acarrea la producción y trasiego de drogas en México ha alcanzado niveles altísimos en los útimos años. Sabemos que  la mayoría de los consumidores se encuentran en Estados Unidos y Europa occidental y que el problema para México no parece nada sencillo de resolver.
Hace tiempo, en un evento en Amsterdam para  conmemorar el día  de la libertad de prensa habló sobre esto Cees Zoon, experto en temas de Latinoamérica y México y autor del libro  Narcostaat Mexico (Narcoestado mexicano). En su libro  cuenta que en México han muerto más personas  por la narco guerra que  personas durante la guerra en Afganistán; habla de la cultura de los narcos y ese mundo gris en el que comparten espacio  con las autoridades corruptas y coludidas con ellos. Zoon habló sobre lo dificil que es convencer a muchos de que hay guerra en México. De que 20 periodistas asesinados ya no son nota porque eso ya no vende. Lo dijo mejor la directora de la sección internacional  del canal de noticias RTL4 en Holanda, Brechtje van de Moosdijk: ‘las muertes en México ya no son originales ni interesantes. Hay que encontrar un nuevo ángulo y minimizar las historias.’
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Para encontrar ese  nuevo ángulo, habría que empezar a mostrar y narrar  las historias de las vidas destruidas de los consumidores  por usar drogas. Dejar de mostrar las decapitaciones de los narcos para exhibir  las secuelas del consumo de las drogas.  No publicar  más cabezas ni cuerpos en pedazos, sino  historias de vidas, familias y relaciones personales  destruidas  por consumir  drogas.
Ahora imaginemos una fiesta en Holanda, aquí la escena:
Una casa o club llena de modelos y celebridades (o simples mortales de edades variadas) metiéndose cocaína  y divirtiéndose de lo lindo. Ellos no tienen ni idea de todo lo que pasó para que esa cocaína llegara a sus fosas nasales. Tampoco les interesan las batallas entre narcotraficantes, ni que haya menores de edad siendo reclutados para trabajar con ellos.  En esta fiesta todos buscan diversión, sin importar cuantos mueran en el camino. Aquí,  las modelos y celebridades ( o los simples mortales) están claramente rompiendo la ley en Holanda, ya que en este país  no está permitido el uso de drogas duras (cocaína, heroína,etc).  Recurrieron a un dealer, que de manera ilegal les brindó el mágico polvo blanco.
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Pero entonces, ¿qué drogas sí se pueden consumir en Holanda y cómo las podemos conseguir?
En la página oficial del gobierno holandés se explica lo siguiente:
Todas las reglas que atañen a las drogas  se encuentran en la Opiumwet ( Ley del Opio). Esta ley clasifica a las drogas en duras y blandas. La venta de las drogas blandas se permite en Holanda bajo  una política de control estricto y permisividad controlada.
O sea, se permite el consumo de drogas blandas  bajo las estrictas reglas impuestas por el Estado holandés.
Ley del Opio
En esta ley se encuentran todas las reglas sobre el manejo de drogas.
En la lista I se encuentran las drogas  duras como la cocaina, la heroina, las anfetaminas, el extasis y GHB.
En la lista II se encuentran las drogas blandas: todas aquellas derivadas del cannabis (mariguana y hachís) así como somníferos y relajantes (Valium y Seresta). De acuerdo al gobierno, los riesgos de consumir estas drogas son menores que los de la lista I.
‘Gedoogbeleid’: la política de permisividad controlada en los ‘coffeeshops’
Que las personas puedan consumir libremente los productos incluidos en la lista I se debe a la la política ‘’Gedoogbeleid’’. Esta palabra no tiene un equivalente en español. Se trata de un término cultural  utilizado desde hace muchos años en Holanda. La aproximación sería ‘’hacerse de la vista gorda’’  (hacerse pendejos, pues). Es decir, todos sabemos que en las coffee shops se vende marihuana y que la gente va allí a relajarse o divertirse. El consumo allí está estrictamente regulado y mientras los propietarios se apeguen a las reglas y los consumidores lleven la fiesta en paz,  el gobierno holandés recibe de buenísima gana todos los impuestos allí generados. 
Para ejemplificar el termino gedoogd, podemos valernos de las schuilkerken, o iglesias clandestinas que existían durante el periodo de la Reforma protestante. El catolicismo estaba en aquella época prohibido, de suerte que los católicos tuvieron  que ingeniarselas para seguir practicando su religión. La condición era que las iglesias católicas no fueran reconocidas como tales por fuera. O sea, que pasaras por allí y vieras una simple casa y en su interior, podían tener cuantos ídolos religiosos quisieran.  Por supuesto que los protestantes y las autoridades  sabían que allí se reunían católicos, pero pasaban ‘haciéndose de la vista gorda’ ( o  bien pendejos como diríamos en México ). Una de estas iglesias en Amsterdam es Ons Lieve Heer op SolderVale mucho la pena una visita.
Por fuera una casa común y corriente, por dentro una iglesia.
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Pero volviendo al punto: el gobierno  holandés cree que la marihuana  y el hachis son menos dañinos para salud que las drogas duras. Sin embargo, son ilegales. Esto significa que su comercio, venta, producción y posesión pueden ser penados ante la ley ( por eso no es lo mismo la tolerancia que la permisividad controlada, o sea, hay dosis permitidas).
Es algo complejo: entrar a una coffee shop es como entrar a un hoyo negro donde la ley se vuelve grisacea.  O, en palabras de un mexicano donde todos nos hacemos pendejos.
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Traducción de la Imagen : Gedoogbeleid-  Puedes robarte platos, pero no más de cinco ( aplíquese el sarcasmo)
Ejemplos de la politica de permisividad regulada o de todos nos hacemos pendejos en Holanda:
a)    Fiesta con space brownies.
Es cumpleanos de una chica. Ella decide, además de comprar bebidas y deliciosos bocadillos, preparar  ‘space brownies’. Los ingredientes que necesita comprar en el supermercado son: huevos, leche, harina, azúcar y chocolate. Bueno, lógicamente  necesita hacer escala en un coffee shop para comprar hachís o marihuana, el ingrediente principal de los space brownies. Como hay dosis máximas de compra, la chica tiene que ir a varios coffee shops. Quiere hornear unos 50 space brownies y el gobierno no está enterado de sus planes.  No sabe que esa noche luego de las cervezas, cocteles y demás, los invitados cerrarán con broche oro comiendo space brownies. La chica claramente está violando la ley ya que compró más droga de la permitida, pero nadie va por la vida controlando su bolso. Los invitados se divierten, el propietario de la coffee shop gaa dinero y el gobierno recauda impuestos de esta venta. Un escenario donde todos ganan. 
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b)    Extasis en las fiestas electrónicas.
En Holanda las fiestas electrónicas son extremadamente populares.  Los festivales veraniegos de música electrónica y eventos como el Amsterdam Dance Event son un imán para turistas y holandeses. Para bailar y aguantar, así como para abrirse a experiencias, muchos jóvenes suelen hacer uso de las coloridas pastillitas llamadas XTC. El gobierno holandés sabe perfectamente que la gente las consume pero raramente se ven ‘redadas’ en estas fiestas. De hacerlo, penalizarían a muchísimas personas. Es sabido que se han muerto personas en estas fiestas por abusar de la dosis. En la nota escrita por Philip Huff para el periodico NRC (Meer-xtc-en-over-de-risicos-spreekt-niemand), argumenta que el uso del XTC cada vez se ve más normal. Poquísimo se habla de los riesgos y consecuencias de su uso excesivo.
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En este video pueden ver a varios holandeses y extranjeros bajo los efectos del extasis en un rave en algún lugar de Holanda. 

Así  luce  el escenario holandés, donde la sociedad vive claramente bajo el principio de ‘’haz con tu vida lo que desees, mientras no me afectes a mí’’. O, ''sé feliz y no molestes''
Por lo pronto, saco un par de conclusiones: En México se banaliza la violencia causada por el narcótrafico y en Holanda se acepta el consumo de ciertas drogas en ciertos ambientes y espacios.
Claramente, tanto en México como en Holanda hay muchos beneficiados de que la gente siga consumiendo drogas.
Muchas gracias a Carolina Garay por la inspiración, ideas  y contribución  brindadas para este texto.
Publicado originalmente en:
 https://maggenamsterdam.wordpress.com/2015/08/17/algunas-reflexiones-sobre-la-politica-de-drogas-en-holanda/
* Todas las imágenes han sido encontradas en la red
*Fuentes y referencias:

2 comentarios:

  1. Gracias a tí Margarita, muy interesante y entretenido texto. Un abrazo

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  2. En Holanda aplica el dicho que la libertad propia termina en dónde empieza la del otro. Mientras no se haga daño a nadie,ninguno es juzgado.
    Hay una página que tiene referencias de empresas alli se pueden ver las opiniones de usuarios y empleados https://es.gowork.com

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